
Tras el anuncio de la inminente entrada en vigor del Decreto de Planificación de Establecimientos de Juego en la Comunidad de Madrid, la FRAVM saluda ciertos avances como la distancia mínima de 300 metros entre locales pero lamenta que la norma no sirva para reducir la saturación de locales de apuestas que desde hace años padecen zonas de la capital como San Diego, Carabanchel, Tetuán, Moscardó o Quintana. El decreto llega muy tarde para estos barrios, donde el sector lleva tiempo consolidado.