
En abril de 2020 un importante número de entidades ciudadanas nos coordinamos para
responder a la urgencia alimentaria que la pandemia había provocado, se constituyó así La
Red de ayuda mutua, con la idea de dar tiempo a que las administraciones, y en primer lugar
el ayuntamiento, pudieran organizarse para atender a las necesidades de la población.
Ya en ese mismo mes, hicimos llegar al equipo de gobierno 8 propuestas para afrontar la
emergencia social en nuestra ciudad. Pasados más de ocho meses, no solo no se ha puesto en
marcha ninguna de estas medidas sino que tenemos la sensación de que el Ayuntamiento,
lejos de aprovechar el tiempo para organizar las respuestas necesarias, se ha acomodado a
que las entidades ciudadanas cubran un papel que sólo a la administración le corresponde.
Tanto por esta convicción como por el agotamiento de los recursos de que hemos podido
disponer gracias a la solidaridad ciudadana, la Red de ayuda mutua dejará de proporcionar
ayuda alimentaria a partir de enero de 2021.
Entendemos que el margen dado para que el ayuntamiento asuma su responsabilidad ha sido
amplio, y exigimos que se pongan ya los medios económicos y humanos necesarios para
garantizar la atención a la población que actualmente no recibe ningún tipo de ayuda o esta es
claramente insuficiente.
Una vez más queremos dejar constancia de las medidas que entendemos deben ponerse en
marcha en Leganés para garantizar los derechos fundamentales de la población:
1.-Reforzar los servicios sociales así como los servicios de información, orientación y apoyo
2.- Simplificar la documentación que se solicita para acceder a las ayudas de emergencia y
otras prestaciones
3.- Establecer procedimientos que permitan la concesión y recepción urgente de la ayuda. El
hambre no puede esperar. La pérdida de la habitación o el piso en que se vive es una situación
dramática que es urgente evitar.
4.- Establecer procedimientos inclusivos, que permitan atender a toda la población con
independencia de su situación administrativa.
5.-Dar prioridad en el gasto público a la dotación de ayudas y servicios de respuesta directa a
la emergencia.
6.- La atención prioritaria a las necesidades alimenticias, de salud y habitacionales debe
orientar las gestiones municipales ante otras administraciones.
7.- Optimizar las ayudas que se dan en alimentación y, por ende el gasto público.
8.- El diálogo transparente entre la administración y las entidades ciudadanas
En Leganés, la crisis económica provocada por la pandemia está resultando
catastrófica: un número importante de familias se ha quedado sin ingresos y no
pueden hacer frente a las necesidades básicas de alimentación, salud, vivienda y
suministros. Agrava la situación el que muchas de estas familias han trabajado sin
contrato, y están realquiladas en habitaciones sin contrato, carecen por tanto de
derecho a prestaciones, lo que agrava su situación y dificulta su acceso a ayudas.Se cumple en Leganés, como en el resto del país, el que la pobreza afecta
fundamentalmente a mujeres solas con menores a su cargo. La pobreza en Leganés
es mayoritaria y abrumadoramente, pobreza infantil.
Es urgente establecer medidas públicas que protejan a las familias trabajadoras, a los y
las menores, y garanticen la cobertura de sus derechos fundamentales. Y a este reto
deben responder en primer lugar los servicios públicos.